Seguidores

martes, 30 de abril de 2013

En una tragedia viven trabajadores sonorenses


El desempleo del 7.2%iva representa una cantidad de 76 mil personas, que no reciben ningún ingreso para subsistir. ¿Y cómo le hacen? Si no tienen la manera de resolver sus problemas, el camino del estallido social ya estará preparado



José Luis Jara

La clase trabajadora mexicana y sonorense en particular, llega a este primero de mayo en situaciones de tragedia, en especial por el problema del desempleo que campea en la entidad, de alrededor del 7.2% de la Población Económicamente Activa.
Leonardo Coronado Acosta, doctor en Ciencias Económicas, profesor investigador de la escuela de economía de la Universidad de Sonora, puntualizó que el desempleo es el problema principal que afecta a la clase trabajadora sonorense y mexicana.
En la actualidad, añadió, el problema del desempleo se ha extendido a los países desarrollados, es un problema mundial. Y hablar del desempleo del 7.2 por ciento de la población en edad de trabajar, es una tragedia
-¿Una tragedia?
-Aquí tenemos un mito que se ha creado por los índices de desempleo que se manejan en países europeos, que hablan de un 20 por ciento. La diferencia es que en esos países desarrollados, el desempleo se mitiga con apoyos que otorga el gobierno de esos países, de tal forma que, aún desempleados, la gente percibe dinero. Eso ocurre allá. Pero aquí en México y en los países subdesarrollados, no existe ese tipo de subsidios.
El maestro universitario puntualizó que ese 7.2 por ciento de la población económicamente activa representa alrededor de  70 mil personas, distribuidos en la entidad. Esas 70 mil personas no tienen ingresos por ningún lado, pero tienen la necesidad de comer, vestirse, de cubrir las necesidades básicas que todos tenemos.
-¿Y de qué está viviendo esa gente?
-La gente no siente el problema  tan grave porque hay mucho crédito. Se llega al grado de estar reestructurando y reestructurando las deudas de esos créditos. Y el riesgo lo estás cocinando porque va a llegar el momento en que ya no se va a poder pagar. Como ocurrió en Estados Unidos en 2008. El crecimiento se sustentó en bienes y raíces, hubo muchos créditos y la gente compró casas. Luego no pudo pagarlas y reestructuró la deuda. Hasta que llegó el momento en que no pudo seguir pagando y el sistema entró en crisis.

¿Y esto a dónde nos lleva?
-Así como se están dando las cosas, como está trabajando el gobierno federal y el del estado, el problema se va a profundizar. Las autoridades no están mirando el problema, no sienten lo que está pasando. Va a llegar un momento en que la población va a entrar en una crisis de pago, porque a pesar de que tengamos una elevada capacidad de compra, se nos está reduciendo la capacidad de pago
Este problema –agregó el académico- no lo están mirando las autoridades, porque lejos de actuar de acuerdo a esa circunstancia, deciden aumentar considerablemente los impuestos, a crear o disfrazar verdaderos atracos al contribuyente.
De acuerdo a la dinámica económica de la entidad, dijo, la tendencia marca que empieza a perderse el poder de compra de la gente, a no haber empleos, a reducir los empleos. La tasa de desempleo es alta, del 7.2 por ciento.
Para él, un país como México no debe de pasar del 3% en su tasa de desempleo, porque la población que representa ese porcentaje, llega a conformar una tragedia.
Por ejemplo, en el caso de Sonora, el desempleo del 7.2 por ciento de la población económicamente activa representa una cantidad de 76 mil personas, que no reciben ningún ingreso para subsistir. ¿Y cómo le hacen? Si no tienen la manera de resolver sus problemas, el camino del estallido social ya estará preparado.
-¿Económicamente hablando, que está pasando?
-En términos generales, la capacidad de producción de la planta manufacturera del estado, no está rindiendo. No hay empleo, se necesita haber un cambio, con empresas o industrias conectadas a la cadena productiva local.
-¿Y los derechos laborales?
-La lógica con que ha venido reestructurándose la economía desde los ochenta ha sido sin beneficiar las necesidades de los trabajadores. La defensa de sus derechos se quedó supeditada a los intereses de la empresa.  Las organizaciones sindicales, como la CTM, aceptaron esas condiciones.
En los años noventa se da prioridad a las empresas conectadas al exterior, fue la entrada del Tratado de Libre Comercio, y se sentaron las bases para que cualquier crisis que se presentará en el ámbito  internacional, repercutiera en la economía local
A partir del 2000 ya estamos en un modelo donde no hay forma de regulación. No hay política industrial propia y lo que se está haciendo es paliar la situación, con programas que van a la changarrización de la economía.
Se están otorgando préstamos para que la gente ponga su negocio, su máquina para hacer tortillas, su carrrito de hotdogs, pero no hay una política central que permita jalar toda la economía.
Por el lado de las empresas conectadas al extranjero, concretamente las maquiladoras, donde el modelo termina agitándose por diferentes cuestiones: La dinámica de trabajo es tan fluida tanto trabajador. Se está generando el desempleo y no se está dando la recuperación del empleo en el sector, apuntó.
El desempleo, añadió, está impactando más a las ciudades más dinámicas, como Hermosillo, Nogales y San Luis Río Colorado, porque son las que tienen más relación con el exterior.
-¿Cómo impactan los problemas políticos a la economía?
-Lo que está impactando son los resultados de los impuestos. Tenemos desde el 2000 a marzo de este año con una caída del 15 por ciento del poder adquisitivo del salario. No parece mucho pero las tarifas del sector público están dentro de la canasta básica, pero se diluye entre los dos mil productos de la canasta.
Existen otras situaciones que afectan al trabajador. Por ejemplo, las prestaciones que reciben se les aplican un impuesto sobre la renta. Lo mismo se graba a otros beneficios como becas.
Por otra parte, se ha generado un problema con personas que viven en la calle. Como se han reducido los apoyos a los albergues donde se atiende a indigentes, se ha reducido el apoyo a los servicios médicos y medicinas, por las calles hay mucha gente que mendiga dinero para curarse alguna enfermedad. Y la gente ya está acostumbrándose a tener un peso para esas personas. Y de peso en peso, todos los días, ya marca en los gastos.

No hay comentarios: