Entrevista con la señora Apolonia
José Luis Jara
Es Juana
Apolonia Mariscal Franco, de la colonia ampliación Progreso, en Kino Viejo.
Apuntó con
el dedo, como a 300 metros, dice, se dio el desalojo de familias que se habían
asentado.
Ella y su
esposo tienen 12 años en esta colonia de Kino Viejo. No se encuentra regulada
la propiedad y sus hogares están construidos con láminas de material
conglomerado, varas de ocotillo y piso
de cemento.
La mayoría
de los hogares de esta colonia son de ese material, una que otra con ladrillo o
bloque, pero en todas se encuentra el
ocotillo utilizado como cerco de la propiedad, todavía de manera irregular.
Son
alrededor de 300 familias que viven en esta colonia. En su mayoría son
pescadores y al decir de la señora Mariscal,
enfrentan el serio problema de la hambruna, en especial las madres solteras.
A este
período se le conoce como la hambruna, explicó la señora, y se vive cada año,
en estas fechas. Concretamente de febrero a
junio, porque dejan de funcionar las fuentes de empleo. En especial, el
trabajo en las jaiberas, lugar donde procesan el empacamiento de jaibas, que van al mercado de Hawái y otras
partes del mundo.
La jaiba
entra en veda en esas fechas y las consecuencias es que no hay trabajo para la
gente, en especial para las mujeres, que se emplean en estas empresas.
En una
jaibera –explicó Juana Apolonia- laboran alrededor de 300 mujeres. Alrededor
del 25 por ciento, son madres solteras. Todas ellas se quedan sin trabajo y sin
ingreso en estos meses, por la veda de la jaiba. Y a este período le llaman la
hambruna, que está en su punto fuerte.
Todos los
días –abundó- van muchas mujeres a la playa para ver si hay trabajo para quitar
el pescado de las mallas, desmallar, dicen, que traen los pescadores. Pero en
estas fechas baja la producción porque es cuando se da el piojillo, es decir
los fuertes vientos que impiden salir a la pesca.
Dijo que
alrededor de 70 personas van a las pangas con los pescadores para pedirles unas
piezas de su producto.
La
situación, dijo, es difícil para los pescadores, como su marido. Son
trabajadores, los beneficios que se dan a la pesca se los dan a los dueños de
las embarcaciones y ellos se quedan con ese recurso.
Los
pescadores no tienen seguro social ni tienen garantizado el respeto a sus
derechos.
La
hambruna, dijo, está presente en Kino Viejo, porque no hay trabajo para la
gente.
Casos
concretos: Raúl González Montes
La señora Mariscal
dijo que en la colonia tienen un caso especial. Se trata del señor Raúl
González Montes que sufrió una descompresión cuando buceaba por la jaiba en la
isla del Tiburón.
No tenía el
seguro popular y el costo de las medicinas lo pusieron en un predicamento.
Historias
como estas, dijo la señora, existen muchas en Kino Viejo, un poblado que ha
crecido a casi 20 colonias.
Entre todas
estas historias –dijo para concluir la señora de la Nuevo Progreso- hasta ya se
está promoviendo la visita de la Laura
Bozo, una explotadora de las miserias humanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario