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jueves, 27 de junio de 2013

Historia de la matanza de San Ignacio Río Muerto (Parte II)

San Ignacio Río Muerto: surge la organización independiente de los campesinos

Muchas gracias señor presidente –le respondió el dirigente de los campesinos. Si el asunto es político, usted va a tener noticias de nosotros muy pronto.


José Luis Jara 


Cuando el entonces gobernador Carlos Armando Biebrich salió de la reunión que tuvieron los solicitantes de tierra de San Ignacio Río Muerto con Luis Echeverría Álvarez, presidente de la república en 1975, les dijo el mandatario en un tono irónico: “ahí está la versión oficial del estado”.

El coraje de los campesinos del comité de este municipio sonorense, no se podía aguantar. Aguantaron las siguientes palabras del entonces presidente de México. Les dijo: “entonces no hay nada más que platicar. De mi parte, voy a buscar las ventanas para arreglar este asunto político.
Esas palabras, “asunto político”, fue el motivo del profesor Heriberto García Leyva para preguntarle a Echeverría:
-¿Es político el asunto?
-Pues un tanto técnico porque hay que cuidar la relación política para que no se perjudiquen ustedes –le respondió el presidente.
-Muchas gracias señor presidente –le respondió el dirigente de los campesinos. Si el asunto es político, usted va a tener noticias de nosotros muy pronto.
El profesor Heriberto García Leyva relata estos hechos que ocurrieron a principios de 1975, en una reunión que sostuvieron los solicitantes de tierra de san Ignacio Río Muerto con el presidente Luis Echeverría en Los Pinos.
Él junto y Juan Leyva encabezaron esa reunión por parte de los solicitantes de tierra. Se tuvieron que
trasladar en tren para llegar a este evento, que fue interpretado por los campesinos como una señal para orientar el movimiento de solicitantes de tierra en aquel año.
En la entrevista, el profesor recordó que esa reunión fue clave, porque entendieron el interés político del presidente de la república en esa transición:  golpear al gobernador sonorense y a los grupos empresariales de Monterrey, entre otros, en la transición presidencial que dominaba a sus anchas el mandatario de la nación.
El dirigente de ese movimiento, entrevistado a casi 34 años de la masacre, recordó varias veces las palabras que le dijo a Echeverría: “Si es político, muy pronto va a tener noticias nuestras”.
-¿Quiénes encabezaban el movimiento?
-Éramos una cantidad de vecinos de San Ignacio. De los directivos estuvo en la reunión Juan de Dios Terán Enríquez, que cayó en la masacre, y su servidor.
-Volvamos al principio, porque para llegar con el presidente de México, se organizaron y semanifestaron antes…
-Sí, hubo un momento que teníamos que llegar a cierto límite de gestoría y de resistencia, de soportar y organizarse a contra corriente. Fue de 1970 a 1975.
Abundó en la historia del movimiento:
La organización que se gestó en san Ignacio no era de las que protestaban de momento. Seguimos una lucha pacífica por años. Nuestros abuelos fueron solicitantes de tierra y muchos de ellos murieron peleando, de tal manera cuando a nosotros nos tocó no nos tembló la mano.
-¿Cuál era el impedimento del presidente?

-El impedimento lo representaban grupos económicos sonorenses muy fuertes, que estaban relacionados con grupos de Monterrey, de Guadalajara, como hasta la fecha lo siguen estando.
-¿Quiénes estaban al frente de los grupos sonorenses?
-El líder de entonces de los agricultores, que tenía miles de hectáreas, con sistemas de riego, con cantidades enormes de maquinarias, todo ello distribuido entre sus familiares, para simular el latifundio, era Jaime Vargas Martínez, papá del que fuera secretario de Hacienda de José EduardoRobinson Bours y también candidato perdedor a la alcaldía de Cajeme en las elecciones pasadas, Ernesto Vargas Gaytán.
Eran los dueños de  los bancos del estado. Estaba el papá del ex gobernador, don Javier Robinson Bours y el dirigente de la pequeña propiedad en Cajeme, Adalberto Rosas López.
Ellos lanzaban constantes amenazas a los trabajadores del campo. Y las cumplían como patrones.
Por eso, los solicitantes de tierra estábamos organizados en los municipios de Bácum, cerca de Cajeme, en Guaymas…
-¿En todo el sur del estado?
-La verdad que no había muchas organizaciones por fuera de la CNC y la CCI, las centrales oficiales. Como organizaciones independientes estábamos nosotros en San Ignacio Río Muerto y algunas organizaciones disidentes de las organizaciones oficiales del campo 30, el Tobarito y otros pueblos.
A esta altura de la entrevista, el profesor García Leyva volvió a otra escena de la reunión que sostuvieron con Echeverría en agosto de 1974 y de la ley agraria que salió entonces donde señalaba que ningún propietario de tierras podrá tener más de cien hectáreas
Nosotros –dijo- le preguntamos a Echeverría si la ley agraria no podía ser aplicada en Sonora porque puede ser detenida por grupos económicos y políticos, a pesar de que están comprobados los latifundios encubiertos.
Recordó que en la reunión le dijeron a Echeverría que la situación estaba difícil, que la cosa se podía poner difícil y que no podrían controlar a la gente, ni detener el apoyo que le pudieran dar a los grupos guerrilleros que estaban incursionando en la entidad.
Entonces –recordó el profesor-, el presidente dijo que eso era otro asunto y pasó a otro punto. Y para ello, dijo que afuera de la sala se encontraba el gobernador Carlos Armando Biebrich Torres.
Lo hizo pasar y el presidente le preguntó al gobernador delante de nosotros que si qué pensaba del problema de los solicitantes de tierra.
La respuesta que dio Biebrich fue en el sentido de que la solución era muy sencilla, siempre y cuando se cuidaran las relaciones del Estado con los grupos de agricultores e industriales de Sonora.
El profesor recordó que en esos momentos, ellos no dijeron nada.
"Nos dio coraje", comentó.
Echeverría despidió a Biebrich y se quedó con los campesinos de San Ignacio Río Muerto. Les dijo que “el asunto era político”.
Los campesinos se regresaron. Antes Heriberto dijo a Echeverría “muy pronto va a saber de nosotros” y empezaron a orquestar el movimiento de los campesinos del sur de Sonora para 1975.
Ahora, sentado, con 57 años a cuestas, recordó que la política que siguieron en el movimiento campesino fue irse por la lógica de que si era político el asunto, pues habría que presionar políticamente; si el grupo de terratenientes estaba presionando, pues los campesinos tenían que presionar.
A los dirigentes del movimiento les llegó información de la división política que se estaba gestando en el ámbito nacional, en vistas de la sucesión presidencial.
Y al decir del profesor rural, ellos le entraron a la lucha política pero sin abandonar sus demandas.
Se reunieron con los grupos opositores del gobernador sonorense. Platicamos con Augusto Gómez Villanueva –reveló el profesor-, pero también con los grupos de Lucio Cabañas, con gente de Genaro Vázquez, con representantes de izquierda más moderados como Heberto Castillo.
-¿Y a esa reunión con Echeverría, en noviembre del 74, qué siguió?
-La respuesta que nos dio Echeverría ya la conocíamos algunos dirigentes, pero queríamos que la gente se diera cuenta, que viera que el problema era político.
-¿Qué siguió?
-De noviembre del 74 a octubre del 75 nos dedicamos a organizar a los solicitantes de tierra.
Supimos de la inmensidad del problema, conocimos, sabíamos de las reacciones que podíamos ocasionar. Nos dimos a la tarea  de organizar los expedientes e investigar la existencia de latifundios simulados.
La estrategia que seguimos fue la de organizar la toma de tierras, en aquellos predios donde se tenía la seguridad de que eran parte de latifundios simulados. Era el caso del predio El Chaparral que estaba a nombre de una niña de 9 años de edad, hija de Eric Martín Dengel, y el campo San Isidro, de la señora Rosalía Toledo Viuda de Parada, en San Ignacio Río Muerto.
El 20 de octubre de 1975, alrededor de 400 personas decidieron tomar estos predios, encabezados por Juan de Dios Terán y el profesor Heriberto García Leyva.

domingo, 23 de junio de 2013

La matanza de San Ignacio Río Muerto (Parte 1)

Revelaciones de un sobreviviente

"No fuimos víctimas en la matanza de San Ignacio"

El profesor Heriberto García leyva reveló la relación que tuvieron los campesinos con las organizaciones guerrilleras, la presencia de representantes de Lucio Cabañas y de varios estudiantes del Quinto en las tomas de tierra.



José Luis Jara   

Si al profesor Heriberto García Leyva no se le hubiera atorado una bala en su rifle M1, durante los trágicos acontecimientos de San Ignacio Río Muerto, ocurrida el 23 de octubre de 1975, no viviera para contarlo.
Él y Juan Leyva se parapetaron detrás de un "vochito". Juan quiso aprovechar un momento para salir corriendo, pero una ráfaga de metralla lo detuvo en el intento.
El maestro rural quiso entonces intentar la huida por el lado opuesto del carro compacto, pero recibió un balazo en la pierna. Se devolvió y al momento de llegar al otro extremo del vehículo, otro tiro le rozó el cuerpo muy cerca del corazón.
El profesor optó por el enfrentamiento pero no pudo seguir disparando porque se le atoraron los tiros. Justo cuando se agachó para cambiar de cargador, una bala atravezó la ventana del carro, precisamente donde segundo antes asomaba su cabeza. El profesor se tiró al suelo y quedó quieto... muy quieto.
El jefe de la judicial del estado, el teniente coronel Francisco Arellano Noblecia, lo dio por muerto y ordenó el cese al fuego. Alguien después descubrió el truco y lo aprehendieron. Se lo llevaron a torturar y luego a la cárcel. Pero a los días, en libertad por órdenes de Luis Echeverría, demandó el desafuero del gobernador Carlos Armando Biebrich Torres y la desaparición de poderes del estado. Biebrich días después renunció al cargo.

No fuimos víctimas, supimos lo que hicimos

El profesor Heriberto García habló  de los sucesos que estuvieron antes y después de la matanza de San Ignacio Río Muerto. Y lo hizo con lujo de detalles.
Desde antes de entrar en la entrevista formal, el profesor quiso puntualizar la opinión de los protagonistas de esa historia que marcaron el rumbo político sonorense.
“Nunca fuimos víctimas, ni lo aceptamos”, apuntó Heriberto. Su punto de partida para sostener esta opinión es que “todos los del movimiento estuvimos muy conscientes de las implicaciones y nos decidimos a luchar”.
En su charla reveló varias cosas importantes, como por ejemplo, la relación que tuvieron los campesinos con las organizaciones guerrilleras, la presencia de representantes de Lucio Cabañas y de varios estudiantes del Quinto, la normal rural que se encuentra en Navojoa, en el movimiento de solicitantes de tierras agrícolas que se generó en ese año, a raíz de que se modificó la ley agraria que permitió la entrega de tierras de propiedades que superaran las cien hectáreas por propietario.
En esa trifulca, aseveró que así como cayeron seis campesinos en ese conflicto, también le dieron piso a algunos soldados y policías municipales.
Heriberto García tiene 60 años, de tal forma que en 1975 andaba en los 24. Es originario de un poblado que se llama El Polvorón, en el Municipio de San Ignacio Río Muerto.
Se formó como maestro rural en la normal de El Quinto donde participó en diferentes movimientos estudiantiles y estableció relación con grupos armados, con la Liga Comunista 23 de Septiembre y de otras organizaciones políticas de izquierda.
Ya como egresado trabajó en la ciudad, pero decidió regresar a San Ignacio Río Muerto, como director de una escuela en el poblado Singapur.
Recordó que el 20 de octubre de ese año, fue a despedirse de sus alumnos, de los padres de familia. “Les dije que  buscaran un nuevo maestro porque no sabía si iba a regresar de esa invasión”.
Lo que pasó antes
Para abordar el tema, el profesor Heriberto García abordó los antecedentes al 23 de octubre de 1975
En lo general vivíamos en un absoluto autoritarismo en lo nacional; en lo local estábamos peor, muy compenetrados de un caciquismo que era irracional, de soberbia, de los grandes ricos contra los obreros, los campesinos.
Tenían algunas centrales obraras y campesinas para podernos controlar y utilizarnos como carne de cañón de votos y de cualquier situación de beneficio para ellos.
Incluso, se aprovechaban de los jornaleros que pasaban al otro lado, porque primero los exprimían en los campos algodoneros.
Esto creaba bastante incomodidad. La mayoría de los trabajadores del campo y la ciudad no tenia seguro social. Y a pesar de que se había atravesado por una revolución mexicana, aquí no habíamos avanzado mucho.
Lo único que pasó en Sonora fue el traspaso de tierras, porque los apellidos de los dueños eran los mismos. Las cosas llegaban a tal grado que el latifundio simulado se dio en uno de los predios que invadimos, donde el dueño era una niña de 9 años, porque estaba simulando el latifundio de su padre.

Los apellidos eran italianos, alemanes y griegos.

A Sonora le impactó el 68 mexicano. Se dio la incursión de jóvenes en la lucha armada.
Nosotros –dijo el profesor- nos dimos a la tarea de buscar a los grupos más accesibles a organizarse. Y entre ellos se encontraban los solicitantes de tierra, porque por ese entonces el presidente de la República Luis Echeverría Álvarez manejó mucho la posibilidad del reparto de tierra.
Con la ley agraria se habló de que no habría más de cien hectáreas por persona.
El profesor recordó que en ese tiempo, se dieron a la tarea de organizar el movimiento tomando en cuenta que se enfrentarían a las  organizaciones campesinas oficiales, como la CNC y la CCI.
“Nosotros –recordó- hicimos una organización autónoma que se llamó Comité Particular de Dotación de Tierras de San Ignacio Río Muerto.
En la misma manera en que realizaron gestiones para la gente del movimiento, se organizaron para la lucha, porque existió un engaño por parte de la Secretaría de la Reforma Agraria.
En esta dependencia se impulsó la entrega de documentos de solicitantes de tierra, con determinados requisitos, pero a final de cuentas, el único que tenía el poder para decidir una dotación era la firma del presidente de la república.
Heriberto  García relató que ellos se dieron cuenta del engaño cuando se reunieron con el presidente Luis Echeverría en Los Pinos.
Esa reunión se dio a principios de 1975. Los solicitantes de tierra de San Ignacio se fueron en tren hasta Guadalajara y de ahí se trasladaron a la ciudad de México.
La petición fundamental que llevaron los campesinos solicitantes, fue el decreto presidencial que los beneficiaría con la dotación de tierras.
Pero en el debate se encontraba el asunto del amparo que interpusieron los dueños de la tierra. Con esta medida, se truncaba cualquier lucha de los campesinos porque se tardaba en resolver años y años, al grado que las personas involucradas llegaban a morir, sin que avanzara el expediente en el proceso jurídico.
En la reunión que sostuvieron en Los Pinos, Luis Echeverría les hizo ver que el problema no era la ley, que el problema era el gobernador Carlos Armando Biebrich, porque era el representante de los terratenientes y tenía que responder a quienes lo patrocinaron.

martes, 18 de junio de 2013

Entre la Madre Teresa de Calcuta y el gobernador de Sonora


José Luis Jara

Con la novedad pareja de que un grupo de académicos canadienses demostraron que Agnes Gonxha, mejor conocida como La Madre Teresa de Calcuta, no era tan santa como la pintó el vaticano, porque sus misiones eran "verdaderas casas de la muerte" y que los millones que recibió su fundación, no corresponden con el coste de sus obras de caridad.
Hay un reportaje al respecto publicado por el diario español Público (http://www.publico.es/internacional/451792/la-madre-teresa-no-predicaba-con-el-ejemplo) donde pone un rosario, no de santidades, sino de barbaridades: "Su manera dudosa de cuidar a los enfermos, sus contactos políticos cuestionables, su sospechosa gestión de las enormes sumas de dinero que recibió y sus puntos de vista excesivamente dogmáticas relativos, en particular, al aborto, la anticoncepción y el divorcio" han levantado recelos sobre una de las santas más aclamadas del siglo XX: la Madre Teresa de Calcuta
Bueno y este caso viene a colación porque si la Madre Teresa de Calcuta no era tan santa como quisieramos que fuera, pues tenemos fundada razón para sospechar que  nuestros gobernantes, ahora sí, podrían parecerse a ese mito que levantó la iglesia en el siglo XX. En otras palabras, podríamos decir que Guillermo Padrés podría ser una madre de calcuta por su manera dudosa de gobernar, por los contactos públicos cuestionables, por su sospechosa gestión de enormes sumas de dinero público para sus obras de gobierno, que vienen siendo un verdadero negocio para el oriundo de Cananea.
Y ese perfil de mercader de la política y de los recursos públicos, se ha venido dibujando por columnistas que pertenecen a las familias del poder sonorense, que fueron invitados a convivir con el gobernador sonorense de marras en una reunión que celebraron antes de que Guillermo Padrés partiera a Francia a un evento llamado Paris Air Show.
Curiosamente, en los boletines que gira la dirección de comunicación social del gobierno del estado (se dice Secretaría de comunicación, pero pregunto: ¿ya fue aprobada la ley que eleva a este nido de trolles en el rango de secretaría?) hablan de que Padrés se reunirá con representantes de la fabricadora de trenes, aviones, etc, Bombardier, de origen canadiense pero con oficinas en México por hace más de diez años. Y preguntó ¿tuvo que viajar hasta París, cuando podría haberlos visitado aquí mismo en México?
Pero bueno, retomemos el caso de la madre teresa de calcuta de Sonora. En la reunión de los periodistas con el gobernador, decíamos, unos columnistas sacaron a flote lo que ahi se dijo y que le quita lo santo al gobenador.
Según el periodista y ex director de comunicación de Manlio Fabio Beltrones, Víctor Mendoza Lambert, en su columna El Serrucho, Guillermo Padrés le dijo a rajatabla a los columnistas que no se preocuparan por lana, porque lana no hay.
Luis Alberto Medina habló del tema también en su portal de Proyecto Puente. Su título es "Al cliente hay que cuidarlo: Padrés" y en párrafo de entrada dice que "esa fue la frase que dijo el gobernador Guillermo Padrés en la reunión con empresarios de la comunicación".
Y de acuerdo a los comentarios de esas piublicaciones, el gobernador sonorense fue el émulo más rancio del ex presidente José López Portillo cuando le dijo a los periodistas que él no pagaba para que le pegaran.
Es decir, la confesión de partes del señor gobernador, relevan toda prueba del uso discriminado de los recursos públicos del estado de Sonora.
Es decir, el gobierno panista de Sonora, quiere demostrar que aprendió rápido el teje y maneje del sistema priista mexicano, el cual supo aceitar muy bien la maquinaria de la corrupción para mantenerse en el poder.
Sólo que esa demostración de poder, lejos de presumir una inteligencia política para tratar a la prensa, la madre calcuta de Sonora desbarró, porque las palabras que utilizó las retomó del fondo del pantano político mexicano. De acuerdo con Francisco Ruiz Quirrín, Padrés dijo:“No voy a pagar por los madrazos. No voy a pagar para que me peguen. Al cliente hay que cuidarlo. Mi familia ha sido inclusive blanco de ataques”.
Esas palabras fueron dirigidas obviamente, al sector priista de la prensa sonorense. Es decir, a los periodistas que comieron, bebieron y la gozaron en el mesón del boursismo y del priismo en general.
Y esta situación, también explica un fenémeno que se está dando en la prensa de la entidad. La actitud supuestamente crítica que han adoptado los periodistas que antaño se disntinguieron por su sumisión al poder del PRI. Como ejemplo, existe la actitud beligerante que ha adoptado ese sector de la prensa, en la crítica visceral contra el gobernador, por el hecho de ser del PAN. De ahí se derivan otras situaciones, como el odio que azusan contra los hermosillense, en el movimiento contra el acueducto Independencia, bajo la bandera de que no les roben el agua a los cajemenses.
Guillermo Padrés se reunió con los periodistas-empresarios-políticos. Les dijo lo que les dijo, se fue a París a promover una actividad que deja poquísimas divisas al estado, la maquiladora aeroespacial y dejó la víbora chillando.


Palos de ciego en caso del bullyng

Entre las víboras que están chillando en Sonora se encuentra el caso del bullyng. La punta del iceberg es el video que roló por youtube, que ya fue censurado o bloqueado, donde un niño asfixia a una jovencita por el hecho de que es de Jalisco.
Desde cualquier perspectiva es un acto reprobable. El video ha venido a ser un ecupitajo en la cara de las autoridades, cuyos funcionarios se han quedado cortos en las respuestas que han dado dado a los hechos.
Mientras que el titular de la Secretaría de Educación y Cultura informa que van a investigar el caso, la noticia ya se paseó por todo el país. Mientras que Guillermo Padrés se encuentra en París, con insinuaciones de El Imparcial (lease la columna Cerro de la Campana del lunes 17 de junio) para que se vaya a visitar el Vaticano, obviamente con recurso público, en Hermosillo, Guaymas y otras ciudades sonorenses, las condiciones de agresión escolar contra niños y niñas están que arden.
Claro que por ahí puede surgir la voz de la diputada panista Perla Zuzuki, convocando a que aprueben una iniciativa de ley que presentó contra el bullyng en el Congreso del Estado, como si fuera la varita mágica para la solución del problema.
Y mientras que Padrés dio una entrevista exclusiva al periódico que se ha convertido en su boletín oficial, El Imparcial, con la idea de dejar clara su postura ante los problemas que se viven en Sonora, también dejó la víbora chillando porque esa entrevista fue,más bien, una embestida política contra el ex gobernador Eduardo Bours, miembro de la familia principal que impulsa el movimiento contra el acueducto Independencia.

Cabos de miedo

Siguiendo con las novedades pareja, ahora resulta que el señor alcalde de Hermosillo se va ir a tomar el café a los barrios de Hermosillo. Claro que este candoroso programa, se amargará con otro programa del ayuntamiento, éste de Agua de Hermosillo, quien advirtió con patrullas de por medio, para vigilar el agua. En palabras de moda, el típico bullyng político contra la ciudadanía.
Ni tardo ni perezozo, el rector de la Universidad de Sonora, Heriberto Grijalva, les tomó protesta a los funcionarios que lo acompañaran en la administración en los siguientes 4 años. Se registraron cambios en algunas áreas, como la dirección de comunicación social, la secretaría administrativa y otras áreas de la institución.
Grijalva expuso cuatro ejes rectores para su administración. Pero esas buenas intenciones, dígamoslo así, pueden quedar en intenciones si no logra consolidar un liderazgo universitario que cohesione al personal académico y al personal administrativo de la universidad. Los dos sectores enfrentan problemas de división, que afectan directamente a los gremios. Pero indirectamente afectan a la universidad, en la medida que los sectores de la máxima casa de estudios, se encuentran fragmentados.
Bien pareja, retomando el estudio de las universidades canadienses de Ottawa y Montreal, la Madre Teresa de Calcuta no predicaba con el ejemplo. Y para rematar, dicen que después de su muerte, el Vaticano decidió santificarla. Y el milagro que le endilgaron fue haber curado a una mujer, Mónica Besra, quien había estado sufriendo dolor abdominal. Esta mujer de la India dijo que se curó después de que Gonxha le colocara una medalla.
Sin embargo, lo que fue un milagro para la iglesia, para los médicos de la India y el marido de la señora, fue un efecto provocado por los medicamentos y drogas que le dieron. Es decir, fue la ciencia médica la que le "desapareció" el dolor del quiste de ovario y a tuberculosis que sufría. (http://www.emol.com/noticias/internacional/2002/10/16/96636/polemica-en-la-india-por-milagro-atribuido-a-sor-teresa-de-calcuta.html)
Con estas aclaraciones, pues ya podriamos afirmar que entre la Madre Teresa de Calcuta y el gobernador que tenemos, no existen muchas diferencias, salvo que la primera logró el nobel de la paz y el segundo no ha logrado ser el gobierno de la alternancia que prometió.

lunes, 17 de junio de 2013

Reviva el rey, viva el rey

José Luis Jara

No cabe duda que a todo acto solemne, la banda de música de la Universidad de Sonora le salpica su ritmo festivo, alegre y le cambia el rumbo al ánimo de las personas que se encuentran en ese tipo de eventos. Como ocurrió este domingo al acto donde Heriberto Grijalva rindió protesta como rector por otros cuatro años de la máxima casa de estudios de Sonora.
Horacio Lagarda, director de la banda y maxter de maxter en la formación de varias generaciones de músicos, ha sabido dirigir a esta banda en una agradable transformación, donde el jazz, las rolas de los Beattles y la música de las grandes bandass han arredrado actos solemnes y protocolarios, para transformarlos en una verdadera fiesta musical en la que se enchina el cuero al escuchar los metales, los instrumentos de vientos y tambores y tarolas.
Pues este domingo no fue la excepción. Horacio Lagarda y su banda (por favor permítanme adjudicarle la autoria intelectual), con sólo tres rolitas, le dieron un empuje muy universitario al acto solemne donde Grijalva Monteverde rindió protesta y prometió impulsar cambios que garanticen el cumplimiento de las funciones sustantivas de la Universidad de Sonora.
Fue en el teatro Emiliana de Zubeldía donde ocurrieron los hechos. En la parte de arriba a la derecha, la banda de música marcaba la pauta para ambientar el evento. En las butacas, se acomodaron maestros y maestras, funcionarios y funcionarias, familiares y amigos de Heriberto, ex rectores de la Universidad y en especial, los funcionarios que acompañaron a Heriberto en los primeros cuatro años de su rectorado, y de los funcionarios que lo habrán de acompañar. En el escenario del teatro, pues obviamente, estuvieron los protagonistas de esta historia que podríamos titularla Revive el Rey, viva el rey,porque aquí, lejos de que un rey o rector haya muerto, se volvió a elegir al rey, continuando con la parodia, por otros cuatro años en la rectoría.
Heriberto Grijalva se refirió a cuatro ejes rectores sobre los cuales girará su trabajo en los próximos cuatro años en la rectoría. Los mencionamos con el fin de tenerlos en cuenta para su seguimiento:  el primer eje rector se refiere a la formación de calidad para los alumnos en programas educativos de pertinencia social, donde más allá de las intenciones de reforzar la orientación social de la Universidad, el rector habló en su discurso del insoslayable fortalecimiento y renovación de la planta académica con bbase a criterios de mérito académnico, que implica revisar y adecuar los instrumentos normativos existentes, así como gestionar recurrsos financieros extraordinarios. ¿Qué quiere decir este párrafo del discurso del rector? Simplemente hay que consultar al gremio del personal académico de la institución, porque todas esas intenciones, sencillamente se tienen que plantear y acordar en las relaciones laborales de la universidad con sus maestros, que a final de cuentas, son los que llevarían a cuestas esta tarea.
El segundo eje rector contempla la generación, transferencia y aplicación innovadora de conocimientos socialmente útiles. Y la pregunta lógica de ésto es ¿cuáles son los conocimientos socialmente útiles? ¿quiénes determinan esa utilidad para la sociedad? ¿son las instituciones o áreas de gobierno cuyos funcionarios deciden desde la barricada de un escritorio la "tecnocratización" de la educación? ¿Acaso es un comité o consejo de científicos de la universidad los que analizan y le dan una determinación a esos conocimientos socialmente útiles?
En este punto rector, la ambigüedad del discurso de Grijalva, da pié para entrarle por donde más le convenga o le interese al gobierno, porque en su discurso, Grijalva habló de redoblar esfuerzos para reorientar las actividades de generación y aplicación del conocimiento hacía áreas prioritarias, optimizar ,las condiciones para la producividad científica, reformzar la interrelación del posgrado, etc, etc.
Si le echaramos un vistazo a la página de la Universidad de Sonora, uson.mx, y le damos clic al área donde dice investigación y le buscamos por ahí, nos vamos a dar cuenta que en esta casa de estudios se encuentran más de 220 científicos que están reconocidos por el Sistema Nacional de Investigadores. También podemos llegar a la totalidad de las investigaciones científicas que se están desarrollando en laboratorios y cubículos en, prácticamente, todas las unidades académicas de la Universidad.
En otras palabras, nos vamos a encontrar que detrás de esos investigadores y generadores de conocimiento de la Universidad de Sonora, se encuentra todo un universo que no hemos explorado y que representa uno de los principales tesoros de la máxima casa de estudios de la entidad, porque detrás de esas investigaciones científicas, en todas y cada una de ellas, se encuentran las consideraciones del impacto social que tienen estos trabajos universitarios, de tal suerte que se podría afirmar que en ese punto se e ncuentra esa utilidad social del conocimiento y la ciencia que se desarrolla en la universidad.
El tercer eje rector se relaciona con la difusión cultural y artística. Y el cuarto eje, Grijalva lo relacionó con promover una gestión administrativa eficiente, eficaz, transparente y con manejo responsable. Y en base a este objetivo, es que el rector mostró a la comunidad la lista de colaboradores que tendrá en los siguientes cuatro años.
La mayoría de los funcionarios continuarán en su cargo, pero no todos. Entre los nuevos funcionarios de la Universidad, destacan los cambios en la Secretaría General Administrativa, donde Heriberto jugó con un enroque, pues a la maestra Rosa Elena Trujillo la cambió por la mnaestra María Magdalena  González Agramón, que estaba en  la Dirección de Servicios Estudiantiles. En la Dirección de Comunicación, cambió a José Peralta Montoya por Luis Armando Mendoza Arreola.
El presidente de la Junta Universitaria, Alfonso Rangel Guerra, fue el encargado de en tregarle el nombramiento de rector a Grijalva Monteverde. Y luego de rendirle la protesta correspondiente, el rector dijo que va encabezar una administración que busque consensos para garantizar un clima de estabilidad laboral. Pero curiosamente, en el acto sólo estuvieron los representantes del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Unison, pero no acudieron los dirigentes de los trabajadores académicos.
Se dice que la relación con los gremios se ha trastocado un poco, porque no se han podido aterrizar los acuerdos a los que llegaron con los sindicatos en la pasada revisión. También se dice que este asunto se debió a que el rector estaba esperando que pasara este trance de rendir protesta y cambiar gente de su equipo.
Pero bueno, el trance ya pasó, Grijalva rindió protesta como nuevo rector. Ahora hay que esperar que las cosas se normalicen en la Universidad de Sonora, ya que pues Revive el rey, viva el rey.

Cabos sin miedo

El que anduvo en el evento del rector fue el secretario de Educación y Cultura, Jorge Luis Ibarra, ex rector de la universidad y ahora funcionario panista, quien pasó por el interrogatorio de los reporteros por el caso de bullyng practicado contra una niña que estudia en una primaria de la colonia Palo Verde. Imagino que han de conocer el caso del video donde un niño asfixia a una niña después de un pleito que surgió porque la víctima es del estado de Jalisco. Pues ese video ya lo censuró youtube, pero la realidad sigue tan vigente que ultraurge que los funcionarios de educación actúen efectivamente, que no se queden en meras declaraciones porque es lamentable que ocurran estas cosas. Y más lamentable es que el mismo director de la escuela no haya actuado bajo la justificación de que en ese momento estaba trabajando.
De acuerdo con el reporte de la revista Proceso (http://www.proceso.com.mx/?p=345002) el usuario que subió el video aseguró que un grupo de alumnos pidió apoyo al director del plantel para que viera la grabación e hiciera algo al respecto, pero éste supuestamente corrió a los estudiantes de la dirección diciendo que tenía mucho trabajo.
También señala que una maestra del plantel pidió a los alumnos eliminar toda evidencia sobre el video y no hacer nada al respecto.
¿Sabían que este lunes 17 de junio es el día de la lucha contra la desertificación y la sequía? Me imagino que a la naturaleza le ha de importar un soberano cacahuate, sobre todo a esta árida naturaleza sonorense.
Pues el Cabildo de Hermosillo sostendrá reunión este día a las 13:30 horas en su sala. Veremos que asuntos tratarán para mañana.



miércoles, 12 de junio de 2013

Recordando al Mena

Alejandro Mena. Foto de Oscar Castro
José Luis Jara

Don Fernando Romero me advirtió desde temprano. ¡Aguas con el Mena! Fue en 1991. Acababa de iniciar el verano y la campaña de Manlio Fabio Beltrones por la gubernatura de Sonora ya estaba agendada para el siguiente día. El candidato del PRI había decidido iniciar su campaña en San Luis Río colorado y hacía allá íibamos a ir como enviados de Diario del Yaqui.
Don Fernando era el responsable de la corresponsalía del Diario en Hermosillo. Era viejo lobo de mar en el diarismo sonorense, era el hombre de las mil anécdotas y chistes. No repitió uno de sus comentarios ninguno de sus chistes, todos fueron diferentes.
Aguas con el Mena, me dijo don Fernando. ¿Por qué don Fernando? Cuente que le hizo, le respondí al jefe del periódico. Alejandro Mena, fotógrafo del diario en ciudad Obregón había anunciado que llegaría de Cajeme ese día. De hecho se le esperaba y don Fernando fue el encargado de prepararle la bienvenida. Don Fernando entró a su oficina, se quedó un rato y al volver insistió Aguas con el Mena, Jara. No le quites el ojo,
La secretaria del periódico se quedaba con la mirada perdida. No alcanzaba a entender los albures que se aventaba don Fernando con el caso del Mena. No lo conocía personalmente. Sólo a las fotos que le publicaba les había echado el ojo.
En eso llegó uin cuate mechudo, metido en un pantalón de mezclilla y una camiseta. En cuanto lo vio, don Fernando acudió solicito a la puerta. Le abrió, le extendió la mano para saludarlo y como si tuviera resortes en las piernas se puso contra la pared.
-Señor Mena, buenas tardes.
Sorprendido el Mena respondió:
-Buenas tardes don Fernando.
-Te presentó a José Luis Jara, nuestro reportero.
-Mucho gusto, le dije.
-Mucho gusto, respondió.
Don Fernando extendió la mano en dirección a su oficina. Pásenle nos dijo. Y en su juego, don Fernando parecía cangrejo, se fue caminando de lado, sin despegar la espalda de la pared.
-Aguas Jara, Aguas con el Mena.
Recién había entrado al Diario del Yaqui. Fue en un año electoral y por acuerdos que tuvieron en el periódico, don Fernando se encargó de cubrir la zona norte de la campaña de Manlio Fabio Beltrones. Los reporteros de Cajeme, donde se encuentra la matriz del diario, se encargarían de la parte sur del estado. Pero el que se iba a aventar toda la campaña, era el fotógrafo, es decir, el ya afamado Mena.
Pienso que la base para ganarme la confianza de don Fernando fue el trabajo. Y don Fernando me designó para cubrirle al diario la campaña de Beltrones, en la parte norte de Sonora. Ya habían advertido que vendrían muchos vuelos en aviones, horas y horas de caminos por la sierra, por terraceria, por todos lados, pues la intención del candidato, fue visitar todo el estado y en varias ocasiones.
Don Fernando me había dicho que Alejandro Mena sería mi fotógrafo. Se me hizo raro que me dijera que el Mena sería mi fotógrafo, porque de por sí, me hacía bolas con la pluma, la libreta y las máquinas de escribir Olivetti, de esas máquinas mecánicas a las que había que dar, literalmente, de chingadazos a las teclas para que se marcara bien el texto en las hojas, pues se iban a enviar por fax.
Pero bueno, esa recomendación me la hizo don Fernando. Le dije está bueno, pero en mis adentros pensé la neta que ahí veremos.
Y antes de toda esa voladera de aviones, que efectivamente las hubo, y todas esos recorridos por desierto, valle y sierra, es decir, antes que todo, el primer evento fue la llegada del candidato a Hermosillo. Al viejo estilo del PRI, ese sólo evento de la agenda del abanderado priista, fue para desbordar recursos y acarreos, para recibir a Beltrones que llegaba de la ciudad de México. Don Rodolfo Félix, aún gobernador del estado, a punto estuvo de ser arrollado por la gente en la pista del aeropuerto. A los priistas les valió madres las reglas de seguridad de las estaciones aereaz. Se metieron hasta la pista, cargando pancartas. Muchas caras, mucho movimiento, mucho de todo en este acto político.
Y desde ahí, la mera verdad, incumplí con la recomendación de don Fernando. Aguas Jara, aguas con el Mena. No lo pierdas de vista, me había dico. Pero en realidad, el Mena ya se me había perdido. En la bola, sin soltar libreta y pluma, trataba de retomar los hechos. Caminaba, corría, apuntaba, cuando de repente, don Rodolfo se agarró de mi brazo. Manlio Fabio se estaba bajando del avión cuando la gente se le fue encima, vitoreándolo, gritando porras. Los sectores del PRI Sonora se esmeraron por llevar a sus militantes. Y don Rodolfo Félix, que gozaba del cargo de gobernador del estado, estaba siendo atropellado por la gente que quería saludar al candidato. Viva el rey, a la chingada el rey. Pero el caso es que don Rodolfo se me colgó del brazó. Lo que hice fue sacarlo de la bola, ya era un rey que iniciaba el rito de su muerte.
El Mena ya se me había perdido. Mientras acompañaba al rey a la orilla de su ocaso, el fotógrafo del diario de marras, ya estaba frente al candidato. Frente al nuevo rey, con la cámara Cannon disparando y flachando como el arma preferida de un excelente cazador.
Alejandro se puso un paliacate rojo en la cabeza, para detener el sudor y tener limpios los ojos en la mira de la cámara pentax.
Ahí supe con el Mena que en lugar de que el fuera mi fotógrafo, yo fui su reportero.
Cuando regresamos al diario, nos esperaba don Fernando. Iba listo a escribir la crónica. Y antes de empezar los teclazos le dije al jefe del periódico: Aguas con el Mena don Fernando, Aguas.