No hubo prudencia ni austeridad en manejo
de finanzas de Sonora
José Luis Jara
Para el
doctor en finanzas públicas, Roberto Ramírez Rodríguez, se puede afirmar que el
gobernador de Sonora, y el resto de los mandatarios de las entidades mexicanas,
tuvo un comportamiento oportunista en la gestión de los presupuestos públicas
antes de los procesos electorales, sobre todo a partir de la manipulación del
gasto total.
Otro rubro
que se utilizó, y que los gobiernos priistas han utilizado, es el gasto en
transferencias durante los procesos electorales.
Roberto
Ramírez es académico e investigador de la escuela de economía de la Universidad
de Sonora. Junto con el catedrático de la institución, Alfredo Erquizio
Espinal, realizó un trabajo de investigación denominado Análisis del Ciclo
Político Electoral de variables de gasto público por entidad federativa en
México, 1993-2009.
En síntesis,
dice el trabajo, se puede afirmar que
los gobernadores de los 31 estados de la república mexicana tienen tendencia a
comportarse de manera oportunista en la gestión de sus presupuestos públicos
antes de los procesos electorales.
Esto implica,
dicen, que los gobernadores hacen una gestión más política del presupuesto
público para mantener sus posiciones y aumentar sus probabilidades de triunfo
electoral.
Hablando del
caso concreto de Sonora, Ramírez Rodríguez dijo: no esperábamos que la deuda
pública contraída fuera un factor ligado al proceso electoral. Pensábamos que
los recursos obtenidos con los préstamos iban a otros gastos.
Pero
curiosamente, el rubro que más crecía era la deuda estatal y los recursos se
utilizaron para gasto operativo, lo cual no es nada recomendable ni saludable para
las finanzas públicas.
La entrevista
fue en su cubículo, rodeado de libros, trabajos de investigación y papeles
donde se encontraban reportes y calificaciones a las finanzas públicas del
estado.
-¿Cuál es la
situación que guardan las finanzas públicas de Sonora?
El
investigador puntualiza: primero vamos a contextualizar el escenario. Una de
las cosas que ha venido sucediendo en los últimos tres años en Sonora, es que la
deuda del estado y los municipios ha venido aumentando por la nueva deuda contraída
en 2011. Como ha sido deuda de corto plazo, contratada con la banca comercial,
las tasas de interés han aumentado la deuda contratada.
Por otro lado, en México y en Sonora
concretamente, no se ha cumplido con la famosa regla de oro de las finanzas
mexicanas que recomienda contratar deuda sólo para financiar inversión pública,
obra pública. Esto lo hacen los gobernantes porque la constitución política es
muy laxa en estos renglones.
Sin embargo, en muchas administraciones
estatales ha cabido la prudencia y han establecido techos de endeudamientos, en
función de los ingresos propios.
Pero en el caso de Sonora –aseveró- no hay
límites. Prácticamente la deuda se puede utilizar para todo y se ha venido
documentando que la nueva deuda contratada por Guillermo Padrés no ha sido para
obra pública, sino para necesidades operativas.
De hecho, abundó el académico, el tren de
gastos del gobierno de Sonora en los últimos 3 años ha sido el de incrementar
el gasto corriente y los gastos de inversión. Han crecido estos rubros por
arriba del gasto total del gobierno.
El escenario no es nada halagüeño. En un
escenario de crecimiento del gasto operativo, como el de Sonora, ha llevado a complicar las cosas, porque
existe una gran flexibilidad en los gastos, pero por el lado de los ingresos,
no hay nada. Este panorama se complicó más el año pasado porque en 2012 no hubo
presupuesto aprobado por el congreso del estado y el ejecutivo aplicó una
reconducción del presupuesto y se atrasaron un año en definir el caso de la
tenencia.
En Sonora no hay límites
El maestro investigador subrayó que en las
leyes de Sonora es muy laxa, de tal suerte que el gobernante en turno no tiene
límites en el manejo de los recursos públicos. La ley dice que la deuda se debe
utilizar para inversión pública. Es decir, se puede utilizar para todo. Pero la
nueva deuda, contraída en 2011, no entró para financiar obra pública, sino para
necesidades del gasto operativo. Con este destino de los recursos, las cosas se
han complicado en la entidad, porque el recurso se está usando en gasto operativo, cuando de lo que se
trata es que utilices la deuda para invertir y generar el crecimiento económico.
El académico
consideró que la ruta que escogió el gobernador para el manejo de sus finanzas,
fue la ruta más peligrosa: aumentar el gasto corriente y el gasto operacional.
Con esta alternativa aumentas los gastos financieros, las limitaciones se te
juntan cada vez más, te disminuye el margen de maniobra y el futuro te va
alcanzar antes de lo debido.
En las negociaciones
de la deuda pública de Sonora se han venido reestructurando la misma deuda y
los plazos de pago de amortizaciones. Esto hizo que en el corto plazo sólo se
pagaron intereses. Y como los plazos se agotan, en 2014 se tiene que empezar a
pagar por esos servicios de deuda.
No hubo
prudencia
Con los
documentos en la mano, el maestro universitario dijo: En Sonora no hubo
prudencia, no hubo un plan de austeridad, mucho menos una gestión financiera
racional.
-Pero el
gobernador Guillermo Padrés anunciaron un plan de austeridad desde hace tiempo…
El maestro
sacó unos documentos que contienen el reporte de calificación de la empresa
valuadora Fitch Ratings donde señala un cuadro que indica el incremento de
recursos en el gasto corriente y gasto operacional: en 2007, el gasto corriente del presupuesto
sonorense fue de 5 mil 696 millones de pesos. Y para el 2011, subió a 8 mil 995
millones de pesos.
Es decir, los
recursos se han utilizado en eso pero no para obra pública.
Otro dato
interesante que compartió el doctor en finanzas públicas, es sobre la nueva deuda pública. La nueva deuda debe ser al
menos del tamaño del servicio de la deuda.
-¿Pero qué
pasa?
-Que la deuda
contratada en 2011 fue cien veces superior al tamaño del servicio de la deuda,
es decir de sus amortizaciones.
Explicó que
existe un coeficiente para medir esta situación. La recomendación que se hace
en las finanzas públicas es que cuando se contrata deuda no debe representar
más del 15% del coeficiente de deuda llamado IFO (Ingreso de funcionamiento).
Es decir, en base a esta recomendación, si tienes 100 debes contratar 15 pesos.
Pero en Sonora, el coeficiente está muy arriba, pues se ubica en 46%
-¿Qué implicación tiene esto?
-Que a partir de 2010, Sonora ha mantenido
un déficit, es decir, que no le alcanza el dinero al gobierno para su gasto
operacional. Ahora no tiene recursos para sus gastos de funcionamiento.
Esto quiere decir que los riesgos de las
finanzas públicas de sonora son muy difíciles, se va a complicar el escenario
porque son muy altas las tasas de intereses que tiene la deuda de corto plazo
-¿Cómo pinta el panorama para Sonora?
-Sonora está en un buen momento. Si revisas
las cifras, en términos de crecimiento del Producto Interno Bruto, Sonora va
bien, va por arriba de los estados fronterizos del norte de México. No tenemos
los problemas del narco, la inseguridad pública como otras entidades.
Sonora está en buena oportunidad de
adelantar su posición en el ranking económico . Pero eso va a depender de cómo
se maneje en el rubro de los impuestos. Fue una medida mal calculada porque
ajustar 104% de los ingresos estatales
es una cosa que nadie se había atrevido hacerlo
-¿Qué propondrías en estas circunstancias?
-Yo no planteo la desaparición de la
tenencia. Planteo que se aplique a los carros que tienen un valor de 250 mil
pesos en adelante. Como lo hicieron en el DF.
Y la salida es muy fácil, sólo basta un
artículo transitorio que establezca esa medida para que la gente vayamos a
pagar.
De lo contrario, el gobierno va ganar al imponer
la tenencia, pero va a perder porque muy pocos la van a pagar. En otras
palabras, Guillermo Padrés ganará el impuesto pero perderá en los ingresos. Ya
está comprobado que la gente no paga sus impuestos cuando hay resistencia a
hacerlo
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