José Luis Jara
Tras varios días de protesta con marchas,
plantones y cierres de circulación en la ciudad, los concesionarios del
transporte urbano agrupados en SICTHUSA, decidieron dar una tregua. Dejar al
gobierno en paz, pero sólo tres días.
Es decir, los camioneros decidieron calmar sus
manifestaciones y dejaron de ir a protestar a la Serie del Caribe, como se
había dicho, ni a ningún otra parte.
Pero la tregua sólo durará tres días. En otras
palabras, si no llegan a un acuerdo con el gobierno del estado, el próximo
lunes, los camioneros volverán a las marchas y plantones, a los cacerolazos que
protagonizaron las Mujeres de Blanco, es decir, un grupo de señoras
concesionarias del transporte urbano.
Este 7 de febrero, los dueños del transporte
urbano salieron a protestar como lo han venido haciendo en la semana. A las
once y media de la mañana salieron de la estación donde resguardan las
unidades. Partieron en marcha, con mantas y cartulinas, con diferentes maneras
de expresar su reclamo del pago de los 54 millones de pesos que presumiblemente
les debe el gobierno.
Fueron a vuelta de rueda, escoltados por la policía
municipal. Tomaron por el Lázaro Cárdenas hasta llegar al Quiroga. De ahí enfilaron hasta el
García Morales para dar vuelta rumbo al bulevar Luis Encinas. Por la Matamoros
dieron vuelta a la derecha, rumbo a la Serdán y de ahí a las oficinas del Fondo
para la Modernización del Transporte.
Por donde pasaban se cerraba el tránsito.
Llegaron a palacio de gobierno y ahí los recibieron con una música que se
escuchaba de manera estruendosa, de tal suerte que ensordecía a la gente.
Pero además de eso, se encontraron con unas
bayas cubiertas con manteles como para adornar el impedimento del paso. Los
guardias de palacio se concentraron en ellas con el objetivo de no dejarlos
pasar.
Gritos y más gritos se escucharon, reclamos
mediante megáfonos y un escándalo que no cesaba con los cacerolazos que pegaron
las señoras. Uno de los sartenes quedó sin el fondo, no aguanto los golpes de
la protesta.
Hasta que salió Edmundo Briseño, subsecretario
de gobierno, fue cuando los dirigentes de los concesionarios pusieron atención.
El presidente de Sictuhsa, José Luis Gerardo
Moren, dijo que el funcionario llegó para solicitarles una tregua en el
movimiento. Luego puntualizó “ahorita vamos a suspender esto. Pero es una
tregua solamente”.
-¿Ha habido negociaciones? –se le preguntó.
-El diálogo está en un punto en que no hay
acuerdo, no hay avance. Pero vamos a ver la manera en que se avance en la
solución al problema. Nos pidieron una tregua y una tregua vamos a dar.
Aclaró que en el transporte urbano siguen
cobrando la misma tarifa, no ha ninguna acción contra los estudiantes. “Seguimos
recibiendo las tarjetas pero estamos invitando a la gente que pague
directamente al usar el transporte. Los estudiantes tengan la confianza que el
transporte seguirá siendo gratis”.
Pero recordó que el problema fundamental es el
pago del subsidio. Dijo que a los transportistas les deben 54 millones de
pesos, que le surge el dinero porque el problema fundamental del transporte urbano
es la falta de liquidez.
Por su parte, El subsecretario de gobierno dijo
que existen adeudos de los concesionarios. Se les han entregado camiones
nuevos, el gobierno del estado ha adquirido sus deudas y a todo ello, los
transportistas deben responder.
Los camioneros decidieron arriar banderas.
Aceptaron dar una tregua y advirtieron que el lunes volverán a las protestas si
no se llega a un acuerdo para solucionar el grave problema del transporte
urbano, que es la falta de dinero.
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