El pasado de impulsó un plan de austeridad para ahorrar 350 millones de peso. El problema que existe es que no hay información clara y transparente para saber qué se hizo con ese dinero
José Luis Jara
El plan de austeridad que presentó el gobernador Guillermo Padrés, en el que pretende ahorrar 700 millones de pesos, tiene el problema fundamental de que no está acompañado de prácticas de buen gobierno, porque no informa de manera transparente cómo va ahorrar y de qué manera va a utilizar los recursos que se pretenden economizar.
Germán Palafox Moller, doctor en economía, profesor e investigador de la Universidad de Sonora, estableció lo anterior en entrevista donde lanzó una pregunta, con el fin de establecer una premisa para otorgarle credibilidad al programa de austeridad: ¿Dónde se encuentran los resultados del plan de austeridad del año pasado?
Hay que recordar –dijo el especialista- que el plan que anunció el gobernador del estado para ahorrar 700 millones de pesos, es el segundo plan que presenta el gobernador Guillermo Padrés. La primera parte de este plan de ahorro se presentó el año pasado, donde se dijo que la intención fue ahorrar 350 millones de pesos.
La pregunta es –dijo- ¿dónde se encuentran esos 350 millones de pesos? Porque no hay información de ese resultado en los portales informativos del gobierno del estado.
Como no hay información clara y transparente sobre estos planes de gobierno, se ha generado una crisis de confianza, dijo el académico de la escuela de economía.
Para dar idea del problema concreto, dijo que luego de que el gobernador dio a conocer esta segunda etapa del plan de austeridad, buscó en los portales del gobierno del estado, la información técnica de esta iniciativa.
Pero al ingresar a ese sitio web, se encontró con tres pestañas para supuestamente llegar a la información. Navegó por esos tres sitios y en ninguno encontró esa información estructurada del plan del gobernador.
Esta situación lo llevó a la conclusión de que el plan de austeridad de Guillermo Padrés ha sido un evento mediático más, que adolece de las prácticas de buen gobierno.
Ha que señalar, dijo Palafox, si queremos diseñar un buen plan de gobierno hay que hacerlo con buenas prácticas de gobierno, prácticas democráticas que involucren a la sociedad civil, por lo menos en proporcionar la información clara y transparente. No sólo debe dar a conocer el boletín de prensa, sino el estudio técnico en el que el gobernador sustenta su propuesta de austeridad.
Las buenas prácticas de gobierno exigen proporcionar información y deben existir los mecanismos que garanticen una buena información a la sociedad civil.
Este es el principal elemento que debe tener un buen gobierno. Y no se ve esa transparencia, propia de los gobiernos democráticos
El primer plan de austeridad
Germán Palafox abrió un paréntesis en la entrevista para sacar a colación el plan de austeridad que anunció el gobernador el año pasado. En ese entonces, dijo, Guillermo Padrés anunció que la intención fue ahorrar 350 millones de pesos.
Pero en realidad –añadió- ¿qué pasó con esos 350 millones de pesos que supuestamente se ahorraron? Si no existe esa información, quiere decir que el gobierno del estado no ha diseñado, ni instrumentado un programa que vaya puntualizando las metas de ahorro y los avances en dicha meta. Es decir, no hay manera de ir evaluando las políticas de gobierno.
No sabemos para dónde se fueron esos 350 millones de pesos, a pesar de que la ciudadanía tiene el derecho a tener esa información.
Para Palafox Moller, lo ideal es que hubiera esos mecanismos de información. Pero también deben de existir mecanismos de una auditoria ciudadana al ejercicio gubernamental. Sin embargo, lo que existen son auditores que se encuentran ligados al gobierno, que no realizan un trabajo confiable para la ciudadanía.
Es decir, en Sonora no existen los elementos que garanticen la transparencia y la rendición de cuentas, ni recursos que garanticen el buen uso de los recursos.
A diferencia del plan de austeridad del año pasado, donde se pretendió ahorrar 350 millones de pesos, el programa de este año es más ambicioso, en la medida que contempla ahorrar 700 millones de peso. En el programa del año pasado, el plan fue dirigido más al ahorro en los servicios generales. ¿Qué quiere decir esto? Que del ahorro de 350 millones de pesos se afectaron a los funcionarios que trabajan de los mandos medios hacia arriba.
En esta ocasión, explicó, los ahorros van dirigidos a tres sectores claves: uno, a la inversión para el desarrollo, donde se pretende ahorrar 150 millones de pesos; 150 millones para organismos e instituciones y 10 millones de pesos para inversiones productivas.
Ante ello, el maestro universitario preguntó: ¿qué criterios utilizaron para reducir el gasto en estos rubros?
Otra pregunta, dijo, ¿cómo todo programa de ahorro vas afectar algunos gastos, ahora a dónde vas a dirigir esos gastos?
Unos señalan que va para el pago de la deuda del gobierno del estado; otro rubro va para infraestructura educativa, otro va a mejoramiento de la pavimentación. Otro apoyo va a mujeres en condiciones de pobreza.
La pregunta en el nuevo plan es ¿cómo vas a distribuir esos 700 millones de pesos que se quieren ahorrar? ¿Cuál va a ser el criterio para su uso? Si es para pagar la deuda, se tiene que establecer para cuál deuda es, si es para pagar la deuda de corto o largo plazo.
Si disminuyes recursos destinados a inversiones productivas, la pregunta es ¿cómo le vas a dará las comunidades inversiones productivas?
-¿Puede llevar al fracaso al plan de austeridad la falta de credibilidad en el gobierno?
-En general –respondió-no hay confianza de la sociedad civil. Pero el éxito o fracaso del plan de austeridad, va a depender del gobierno. Como ciudadano te preguntas ¿a dónde fueron a parar esos 350 millones de pesos del plan de austeridad del año pasado? Hay una crisis de confianza entre sociedad civil y autoridades de gobierno. Si no hay información verídica, transparente, la gente no va a seguir creyendo en las autoridades.
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