Les abrió la puerta a docentes rechazadas por
José Luis Jara
Como lo anunciaron, las maestras de preescolar que fueron despedidas de sus plazas acudieron a tocar las puertas a los diputados del Congreso del Estado. Fueron con la esperanza de que la comisión permanente de la legislatura aprobara un punto de acuerdo que las apoyara en su demanda de respeto a sus derechos.
Sin embargo, las maestras se llevaron algunas sorpresas. La principal fue percatarse de que el mismo legislador que les abrió las puertas de la cámara fue el principal para volvérselas a cerrar.
Los diputados de la permanente se citaron para las 12 del día. Entre los puntos que tratarían se encontraba la propuesta de ese punto de acuerdo, que supuestamente presentaría el diputado Mónico Castillo.
Él es presidente del congreso en este período de receso de la cámara. Sin embargo, a la hora de la sesión, cuando las maestras afectadas se encontraban en el área del público del pleno, fue el diputado del PRD Juan Manuel Sauceda quien presentó la iniciativa.
Y a la hora de la votación para aprobación del punto, el diputado Mónico Castillo, presidente del Congreso, no aprobó la iniciativa.
Habían visto que en la comisión participaron 4 diputados, ente ellos los legisladores Sauceda y Mónico Castillo, y esperaban sumar a 50% de la votación y, por lo menos empatar la propuesta, porque al decir de ellos, de los otros dos diputados no esperaban nada.
Sin embargo, cuando se pidió la aprobación de la propuesta, Juan Manuel Sauceda se quedó solo levantando la mano.
La cara de las maestras se transformó. Del mínimo gramo de ilusión que mostraban en sus rostros, se les vino la desilusión y de inmediato el reclamo al diputado Castillo.
Estaban paradas y con las cartulinas a la vista. Una de ellas le gritó al ex militante del PT: “¡Mónico, usted prometió ayudarnos! ¿Dónde está su palabra? ¿Qué intereses tiene?”
El presidente del Congreso actuó como si no hubiera escuchado el reclamo. Se despidió de los diputados y se retiró de inmediato.
En eso, una de las docentes, pensando que todos los políticos tienen una carrera profesional, le gritó: “¿licenciado Mónico, por qué huye?”
Las maestras tuvieron la intención de salirle al paso al diputado, porque creyeron en él. Pero el presidente del congreso se retiró por los escalones internos del edificio.
Y fue el momento de aprovechar la entrevista. De lo que pasó en el Congreso fue evidente. Importaba para el reportero preguntar sobre la reunión que sostuvo un grupo de maestras con el funcionario que nombró antier el gobernador, para que intermediara en este conflicto.
El designado por Eduardo Bours fue Miguel Gaspar. Y de acuerdo a la información de las docentes, después de que expusieron el problema, se le turnó el caso al profesor Agustín Gaspar García, Director de Educación Elemental de
Este funcionario les dijo que el proceso en que estaban estas maestras concluyó en diciembre pasado. Pero el profesor David Guadalupe Valenzuela les hizo ver que existían minutas de reuniones donde se trataron estos problemas y que en ninguno de ellos se planteó el finiquito en diciembre.
Por lo menos, dijeron las maestras, los funcionarios adoptaron una actitud accesible para dialogar.
Pero la experiencia que tuvieron con los representantes populares de Sonora, fue catastrófica. Se retiraron del recinto legislativo con una anécdota que seguramente van a recordar toda su vida.
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