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jueves, 24 de julio de 2008

La ley de Herodes en Guaymas, playas privadas y depredación del Tetakawi, negocio redondo

José Luis Jara

San Carlos Nuevo Guaymas.- Las primeras palabras que el reportero recibió de la regidora del municipio de Guaymas, Norma Castro fueron “Bienvenido a San Pedro de los Saguaros”
Sus palabras fueron con un tono de ironía, mezclada con una lamentación que le permitió a ella hablar de los problemas que viven en Guaymas y, concretamente, en San Carlos, donde a su parecer se están cometiendo una serie de actos depredadores que perjudican áreas que deben ser protegidas.
Habló del problema para acceder a las playas de San Carlos, originado por las empresas particulares se han venido apoderando de las playas sonorenses.
El caso más ofensivo, dijo, es el caso del cerro del Tetakawi, donde un ex funcionario de gobierno desbastó el área que rodea a esta montaña de piedra volcánica, para construir una carretera que divide a los cerros y llega hasta una hermosa playa.
La historia que empezó a contar la regidora en torno a este ícono sonorense, curiosamente, fue presentada con argumentos que bien pudieran adaptarse a una crítica a la película mexicana La Ley de Herodes, porque se refirieron a la manera tan controvertida en que se han desempeñado los funcionarios públicos de Guaymas; la hegemonía actual de un partido, donde se encuentran los principales pulpos que controlan las actividades del municipio, aunque con la diferencia con ese largometraje es que en este pueblo o puerto los ciudadanos ya tuvieron la experiencia de ser gobernados por el PAN y el PRD, los cuales resultaron una decepción.
Mónica Elvira Castro Salguero es regidora del Partido de la Revolución Democrática que ha venido denunciando estos problemas en Guaymas.
En la época de Semana Santa denunció el problema del acceso a las playas, cuando miles de familias de Guaymas y de Sonora fueron a visitar San Carlos y Miramar.
Su argumento ha sido que las playas son propiedad de la nación, propiedad del pueblo y ningún cerco o barda debe bloquear el acceso de la gente.
Desde hace dos años, cuando empezaron a escucharse las primeras explosiones que hicieron en el cerro Tetakawi, la regidora empezó a defender la causa de la conservación de esta montaña.
Desde entonces, la lucha ha sido como el marinero que va contra viento y marea, porque en este movimiento de denuncias, se ha topado con la complicidad de funcionarios, del secretario del ayuntamiento de Guaymas, concretamente denunció, que le hicieron una guerra con miras a desprestigiarla.
De todo ello se documentó en la entrevista que se sostuvo con la regidora Norma Castro. El compromiso de la entrevista fue visitar cada una de las playas para tomar evidencias de las denuncias. Y en esa cita, la regidora se apersonó con documentos, que fue mostrando conforme se visitaba cada una de las playas.

Lo que queda del Tetakawi

La primera playa que se visitó fue una llamada Bahía El Encanto, que se encuentre entre los cerros Tetakawi, literalmente, en medio de los senos de cabra. Es un fraccionamiento residencial cuyos lotes se encuentran en venta. Sus principales ofrecimientos son; comunidad exclusiva, playa privada, casas de lujo, seguridad y atractivos planes de financiamiento.
Para construir este lugar han sido necesarios dos años. Primero tuvieron que abrir camino para construir la carretera. Y para ello tuvieron que dinamitar parte del cerro.
Y cuando ello ocurrió –relata la regidora- el Zurdo Rodríguez de inmediato me habló y empezamos a denunciar los hechos.
En la administración de Carlos Zataraín se otorgaron los permisos de uso de suelo y permiso de construcción. Ese permiso salió para beneficio de Enríque Rodríguez Pompa, quien es el impulsor de este proyecto de Bahía El Encanto.
Rodríguez Pompa fue secretario de Turismo con Armando López Nogales, ha sido regidor y en la actualidad es uno de los que se mencionan para que el PRI lo postule a la presidencia municipal de Guaymas en el 2009.
En 2006 inició la construcción del proyecto residencial. Primero se construyó una brecha que cruzó por en medio de los cerros, y luego la pavimentaron. Ahora, el espacio se encuentra dividido en lo que serán las residencias, donde algunas de ellas ya tienen un avance considerable en su construcción.
Al fondo se encuentra una hermosa playa propiedad de la nación, que el desarrollador del fraccionamiento quizás no se equivocó en llamarle El Encanto, pero que se oferta como privada y con atractivos esquemas de financiamientos.
Ese día, entramos al fraccionamiento residencial Bahía El Encanto. Los trípticos publicitarios del proyecto, que entregan a los visitantes, revelaron la veracidad de la denuncia de la regidora. La promoción de Bahía El Encanto ofrece literalmente:
“Comunidad exclusiva, Playa privada, casas de lujo.
Pero más allá de los letreros que anunciaban los espacios que todavía estaban en oferta se encontraba el daño colateral. Lo que antes era una hermosa vegetación de sahuros, mezquites y matorrales, ahora es una extensa superficie de piedra sobre piedra. Toda un área que rodea al Tetakawi quedó dañada ecológicamente.

Marina Real

En Marina Real se encuentran las playas más preciosas de San Carlos. Hace más de 20 años, el pueblo del puerto podía aprovechar estos balnearios, pues el acceso era libre.
Ahora, los propietarios de Marina Real tiene la exclusividad de estas playas.
El impulsor de este proyecto y principal gestor para que se prohíba la entrada de la gente a estas playas, es Octavio Llano Zaragoza, quien al decir de la regidora ha sido uno de los principales beneficiados del sistema, porque su familia ha venido participando en la alternancia del poder que han establecido los grupos de poder de Guaymas.
A un lado del camino, por Los Algodones, se encuentra en construcción el hotel Playa Blanca. De esta empresa se presentó la denuncia porque los desarrolladores derribaron dunas y dunas para abrirle espacio al hotel.
En la charla salió el nombre de Ricardo Tours porque él es el indiciado de haber puesto una puerta de acceso al campo pesquero llamado El tomate, donde se dice tiene proyectos de construcción de algunos condominios.
Luego pasamos por un camino que se encuentra cerrado por una puerta. “Esta la mandó poner Ricardo Mazón.
Pero el asunto de las playas, la regidora dijo que ya interpuso la demanda ante la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. Como muestra de ello, la regidora enseñó el oficio que le dirigió al funcionario federal, Juan Rafael Elvira Quesada. Y también mostró el documento en que le responde la dependencia, donde le dice que turnó este caso a la delegación de la Profepa.
Entre los documentos que sacó a relucir la regidora, se encuentra la denuncia que interpuso Susan Marie Wheaton de Canale ante el Director de Infraestructura Urbana y Ecología del Ayuntamiento, Martín E. Larios.
En ese oficio se le pide al funcionario que ayude a esclarecer la problemática urbana que se está suscitando en la playa pública localizada sobre la calle Manglares entre Pino y Sol.
La problemática que se planteó fue que desde hace tiempo, una porción de esta playa pública se ha cercado en propiedad privada para limitar dos lotes frente a la playa y colindando a la Zona Marítima Terrestre.
Otro oficio que mostró la regidora, fue uno que está firmado por vecinos del sector El Crestón, que le piden a la Semarnat que la zona de esta playa permanezca en el estado natural en que se encuentra y piden que se revoquen las concesiones otorgadas a Edmundo Chávez Méndez, Miriam Tellechea Salido, José Gerardo Garibay Rubio, José Everardo Martínez Samaniego, quienes pretenden hacer de esta área playas privadas.
Para concluir la visita a las playas de San Carlos, regresamos a Guaymas por el famoso estero del soldado, donde se encuentra el delfinario que construyó Eduardo Bours. Sobre este episodio existen cruentas historias, que podrían ser tema de un reportaje especial.
Pero ese camino nos llevó a Miramar, donde existe una pequeña bahía que aprovecha la gente para ir de paseo familiar. Cerca de ahí se encuentra un cerco que fue recién construido. Lo construyó Julio Lubbert, otro de los beneficiados del sistema y que pretende adueñarse de una playita.
La manera en que estos personajes se han venido adueñando de esos terrenos, la manera en que han venido privatizando las playas y la manera en que han depredado el medio ambiente, es parte de la historia de tráfico de influencias en que ha vivido este municipio.
Y una vez que concluyó el recorrido, se pudo entender las razones de las primeras palabras que la regidora dijo al reportero: “Bienvenido a San Pedro de los Saguaros”, pues este pueblo es el lugar mítico en que se desarrolla la película La ley de Herodes.



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