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martes, 10 de noviembre de 2009

Científicos sonorenses experimentarán con energía solar


José Luis Jara

El doctor Rafael Cabanillas se encuentra motivado por el proyecto que trae entre manos.
Es especialista en transmisión de calor y maestro de la Universidad de Sonora. Junto con un equipo de investigadores de diferentes escuelas de esta casa de estudios, tiene la tarea para el 2010 de construir un campo de prueba para helióstatos.
¿Qué quiere decir eso? Que deben construir una torre central para aprovechar la energía solar y con ello entrar en la carrera mundial del desarrollo de tecnología para aprovechar fuentes alternas y renovables de energía.
Para dar una idea de lo que encierra este proyecto, Rafael Cabanillas aceptó una entrevista. Fue en su cubículo que se encuentra en el área de laboratorio de la escuela de Ingeniería Química de la Universidad de Sonora, que se encuentra a un lado del estadio de futbol Miguel Castro Servin.
Aún cuando ya estamos entrados en otoñó, el calor es una constante en Hermosillo. El profesor Cabanillas aprovecha esta situación para afirmar que Sonora es de las regiones que más radiación tienen en el mundo.
-¿Está cuantificado eso? –se le pregunta.
-Nosotros recibimos la cantidad aproximada de mil watts por metro cuadrado.
Hay una comparación que me gusta –afirma el investigador- para explicar del punto que vamos hablar y de lo que queremos hacer. Sonora tiene una superficie de unos mil 800 millones de metr4os cuadrados. Por estar en una zona desértica, nuestra entidad es una de las regiones más calientes del mundo, de tal suerte que el 1% del territorio sonorense recibe una cantidad de energía solar equivalente a los 6 millones de barriles diarios.
El maestro recalca la cifra. Sólo en el 1% del estado, cuando vemos que por otro lado, México produce 3 millones de barriles diarios. Más de la mitad se va al extranjero y el resto se queda en el país.
Esta comparación pone clara la idea de la magnitud de energía solar que se recibe en Sonora. Claro, no toda se puede aprovechar, pero sí se podría aprovechar una buena parte de ella.
-¿Qué significa eso?
-Mira, en el problema mundial por los energéticos, principalmente el petrolero, en el mejor de los casos México podría encontrar otro yacimiento de petróleo. Sin embargo, nunca va a llegar a los niveles de tener 6 millones de barriles al día. No se aprovecha esta energía y representa un verdadero desperdicio porque es energía renovable, porque todos los días sale el sol. No es contaminante y puede ser una fuente generadora de empleo.

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El maestro mostró en su computadora la “curva de consumo” de energéticos en el mundo de 1970 al 2005.
“En 1970 se consumieron 6 mil millones de toneladas de petróleo. Y en el 2005 llegamos a los 12 mil millones de toneladas de petróleo. Y la tendencia es creciente porque mientras la sociedad esté en constante crecimiento, las necesidades de energía van a seguir creciendo”.
Y entre los principales combustibles se encuentra el carbón, el petróleo, el gas natural y se da una combinación de energía geotérmica. Pero de todas las fuentes, más del 80 por ciento corresponden al petróleo, al carbón y al gas natural.
El problema –explicó- es que el petróleo se está acabando y para obtener energía tenemos que quemar estos combustibles y obviamente echar estos contaminantes a la atmósfera para generar el calentamiento global.
En este sentido, Cabanillas dijo que nos encontramos en el punto de quiebre, de si seguimos con esta tendencia de crecimiento y ocasionar una serie de problemas muy complejos, o de cambiar de a fuentes de energía no contaminantes y renovables, porque a final de cuentas, la sociedad no se concibe sin energía.
Entonces, la sociedad debe tomar la decisión de cómo utilizar la energía. Si decide apostarle al petróleo otra vez o a fuentes alternas. Es el reto de los gobiernos, porque muchas cosas están hechas para que funcionen en base al petróleo.
-¿Y el papel que juegan ustedes?
-Lo que nosotros hacemos es buscar alternativas lo más eficientes posibles, para obtener energía de fuentes renovables. Y en el caso nuestro, buscamos en la energía solar por las características de nuestra región.
Lo que estudiamos son tecnologías de producción de energía eléctrica con métodos termodinámicos o térmicos y lo que estamos viendo cuál tecnología es la adecuada a la región.
La torre central

Rafael Cabanillas dijo que es un grupo de investigadores que se decidieron a trabajar en una torre central, una gran torre de unos 40 o 50 metros de altura, con muchos espejos que concentran el calor en un punto de la torre.
La historia viene de hace tres años, cuando el Consejo Nación al de Ciencia y Tecnología lanzó una convocatoria para la conformación de laboratorios nacionales. En esa convocatoria se presentó una propuesta de estudiar concentración de energía solar. Investigadores de la UNAM y de la Universidad de Sonora entraron en este proyecto.
Entraron académicos de la escuela de arquitectura porque se debe diseñar esa torre. Entró gente de física, de ingeniería civil y de ingeniería química.
El proyecto de laboratorio nacional contempla 3 puntos: Un horno solar en Temisco Morelos; una planta de destoxificación solar en Temisco. Y el tercer punto fue un campo de pruebas de helióstatos.
Los helióstatos representan la parte esencial de torre central. Reflejan el sol hacia la torre. Y en este rubro no está terminada la tecnología. De hecho, está en constante renovación.

La torre en la escuela de agricultura de la Unison


Rafael Cabanillas consideró que el campo de helióstatos es de trascendencia nacional porque va a iniciar la etapa de construir tecnologías para aprovechar la energía solar en Sonora.
Ese campo de helióstatos se va a construir en la escuela de agricultura de la Universidad de Sonora.
“Vamos a poner una torre de 30 metros de altura; vamos a construir heliostatos y los vamos a probar. Campo de heliostatos quiere decir que vamos a probar, una especie de laboratorio de prueba de heliostatos. Hemos analizado el costo y el más caro es el heliostato y nosotros pensamos que podemos diseñar heliostatos.
En la Universidad de Sonora ya tienen diseñados algunos helióstatos que se van a utilizar en la torre central y tiene que estar operando para el 2010.
El paso siguiente, dijo al finalizar el académico- es aprovechar esta torre central y construir una planta generadora de electricidad.
Para dar una idea de las potencialidades que tiene la energía solar, el investigador dijo que si se aprovechara la tecnología actual y se construyera una planta generadora de electricidad basada en el uso de helióstatos, los espejos que se utilizan para reflejar la luz solar a un punto de la torre para generar energía, en una superficie de 36 kilómetros por 36 kilómetros en el desierto sonorense se podría cubrir la necesidad de energía eléctrica en Sonora y en el resto del país.

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